El Hechicero interno

Es un hecho que muchos queremos cambiar, pero no sabemos cómo. hay personas que saben que deberían ser más sentimentales pero no han generado la experiencia en su imaginación de que pueden hacerlo. Nosotros los seres humanos podemos vivir de nuestras ideas, o bien quedar atrapados por ellas. Es un juego de palabras que termina como los palillos chinos.

Hay que tener cuidado cuando hablamos de conceptos psicológicos. Incluso si lo hacemos con tono didáctico. O no, no hay que tenerlo.
Después andamos hablando de ellos como si fueran entidades reales, decimos: "los bloqueos son esas cosas que..." ¿Cosas? - o peor: “la proyección nos hace..." - como si la proyección fuera un terrible homúnculo, escondido en la entraña neuronal que nos hace cosas.

Aún así quiero hablar de este concepto y hablaré desde más de un punto de vista. Me interesa sobre todo porque es uno de los temas con los que más identifico a este personaje que llamo "yo".

Hablo del arquetipo del Hechicero. Ese personaje que podemos encontrar en literatura y en leyendas, ese Gandalf, Bombadil, Don Juan Matus, Obi Wan Kenobi, Merlín, Hermes, Tezcaltilpoca negro, Kvothe Son of Arledin etc.
Hombre casi siempre, zurdo en ocasiones, que se caracteriza por su irreverencia, extravagancia, lucidez, abstracción, suspensión anonadada ante hechos simples u obras de arte. No el poeta pero su lector. Creativo, que rompe reglas. Hablo del estilo de pensamiento amarillo de Ned Hermann, que necesita su libertad. El que se rige por una pregunta en la vida: ¿y qué tal si...? ¿De qué otro modo...?

Pero hablo de tí también, hablo de tí lectora, lector, cuando visualizas qué has de comprar en el mercado, cómo se verá el platillo que cocinarás. Hablo de tí creando una historia a tus hijos para que no sólo duerman, sino que sueñen antes incluso de dormir. Hablo de esas ideas "raras" que luego te callas, arrojas a los destinos del silencio.

Todos los días voy trasladándome a la oficina donde comenzaré sesiones de coaching, mientras sueño y visualizo lo que quiero lograr. Y cuando comienzo a escuchar a mis clientes y puedo conectar con su "hechicero" y lo escucho soñar, entusiasmarse como un niño por el juego, ojos brillantes hacia su futuro ya en mano, entonces me siento hechicero también. Creo que la alquimia se alcanza a veces con otros seres humanos.

Me dedico al coaching porque creo que cada uno de nosotros puede contactar con una fuerza y pode superior al que nos imaginábamos que podíamos contactar, y he visto diario la cara de aquél que lo consigue desde hace 13 años.

Es grandioso poder presenciar que cada uno pueda ser ese alquimista que contacta con el arcano. Y sobre todo ver que ese cambio no es de instante, sino uno que dura, porque el cambio no es la emoción, sino el tener la estrategia que me asegure lograrla a sabiendas y ventaja.

Y sí hay fórmulas, hay métodos. Son fáciles de usar y el cambio se puede lograr, es fácil y rápido. Pero eso sí: requiere horas hombre. Así que cuesta trabajo, pero trabajo real y medible.

Comienza mañana, haciendo algo que nunca haces, y por el amor de Dios, haz que sea bueno.

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Jesús Homero Facio
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